Felipe Carpos primero
y luego Orlando Gerez.
vivimos en este rancho
de copla, música y miel.
En este rancho, señores.
hemos vivido los tres,
changuitos de un dulce tiempo tiempo
que no ha de volver.
Dicen
las inspiradas coplas del poeta Alfonso "Pocho" Nassif y el lugar es
Pampa Muyoj (Depto. Figueroa). En ese pago vio la luz este músico que está
ahora frente nuestro acurrucando en sus rodillas a su compañero inseparable, el
que le dio la oportunidad a sus ansias de aprender música, de componer
canciones y de trascender.
Territorio quichuista, ("no hablo quichua pero si dos personas dialogan, entiendo perfectamente", admite), allí su padre que era obrajero le compró el primer instrumento. Cuando el hombre falleció, la familia se trasladó a esta capital. Orlando tenía 15 años y muchos deseos de aprender música.
Tocaba de oído algunas
chacareras que tuvo que dejar de lado cuando entró a la academia del profesor
Gabriel Esper. Estudió con pasión el difícil instrumento que haría desertar a
muchos alumnos ante la ansiedad de los padres que querían que los chicos
aprendieran cuanto antes para exhibirlos en las fiestas familiares.
-"Entonces era
distinto. Estudié con muchas ganas y no quería desaprovechar el tiempo. No duró
mucho porque había que trabajar", evoca Orlando que recupera de su memoria
la figura de los músicos de aquella época: Lulo Gorostiza, Fidel Lucero,
Alberto Pérez. Lazaro Loto, el "Paton" Rios, por ejemplo".
Las dificultades para el
aprendizaje se explican porque el bandoneón suena distinto al abrir y al
cerrar. "Incluso de la izquierda tiene una octava menos", aclara el
músico que observa la escasez de concertistas de bandoneón aunque si apunta una
nomina de grandes ejecutantes, sobre todo en el tango. Admira a Astor Piazzola
a quien vio tocar hace muchos años en Santiago, en el famoso Rincón de los
Artistas.. "Andaba sin su bandoneón por que lo que tuvo que tocar en el
que había en el bar al que le faltaban algunos botones".
Su
carrera como compositor e intérprete
El joven Orlando Gerez armó
su primer grupo en el 57 iniciando una vertiginosa trayectoria que lo proyecta
a nuestros días con 16 trabajos grabados. El más reciente, acaba de aparecer y
se titula: "A mi pago Coro Pampa".
En el ínterin hay que anotar
su aprendizaje revistando en las filas de los grupos de don Sixto Palavecino,
los Hnos. Simón, Típica Tradición, "El Barrialito", "Los Ases
del Tango" y sobre todo con Domingo Rodriguez, "El Caballe ro del
Chamamé", con el que recorrió toda la provincia.
-"Con mi primer
conjunta que integraban Bulacio, Paz y Gómez tocábamos en los bailes populares:
"Tinguilo" y el club Villa Nueva, por ejemplo. En el baile de Lucha
tocaba con el Ruso Ledesma y su hermano et Tuno, de día en Lucha y de noche en
Graciani. Eran los tiempos en que los carnavales duraban seis dios y había que
tener mucho repertorio, con entradas que duraban una hora", rememora Gerez
que por aquellos tiempos también actuaba en la vieja radio LV11 en ciclos
mensuales pagados. En el salón auditorio de la emisora vio por primera vez a
Fidel Lucero, músico notable que fue su amigo hasta el final de sus días.
También vio allí a los Hermanos Simón, a Los Tobas y a Los Luceros. Época
también de buenos cantores de tango como el Pibe Miranda, Jorge Cristal,
Américo Navarro, en el apogeo del Rincón de los Artistas con el Mandinga del Bandoneón,
Sixto Díaz y el Chango Ledesma.
Tiempos heroicos donde los
músicos debían cumplir verdaderas maratones porque no existían equipos de
sonido ni escenarios.
-"En el campo no
querían bailar con grabaciones. Una vez en Garza con el Ruso tocamos desde las
13 hasta las 20, sin descansar. Ahora tocan 15 minutos y ya se quieren bajar".
Los tiempos modernos
encuentran al músico con un largo camino recorrido y una madurez como compositor
e instrumentista que le han ganado el respeto y la admiración del público y de
sus colegas. Valora todo lo vivido hasta ahora y pone el acento en sus
maestros. Recuerda a Damasio Esquivel que lo introdujo sabiamente en el
universo de la música del litoral que ejecuta con tanta destreza como el
folklore.
-Orlando,
si tuvieras que aconsejar a los chicos que recién se inician, ¿qué les dirías?
-"Primero que aprendan
música, la teoría, el solfeo, la armonía para poder arreglar un tema. Que
conozcan con profundidad la música tradicional. Después que hagan lo que
quieran, sin desvirtuar la esencia, sin perder la raíz. Que escuchen a los
grandes: Chazarreta, Julio Jerez, Hugo Díaz, Hermanos Simón, Hermanos Ríos, los
Hermanos Díaz, porque todo nace de ahí".
Orlando
Gerez admite que tiene ganas de volver a Pampa Muyoj.
-"A veces cuando voy a
Buenos Aires me encuentro con mi coterráneo Segundo Cortés que tiene un
programa de radio. Con él hablamos del pago y recordamos cosas de nuestra
infancia", Como para no perder contacto con las raíces.
Fuente: Nota extraída de la revista Santiago Guitarra y Copla, creación del Maestro Juan Carlos Carabajal.
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