domingo, 4 de junio de 2023

Hugo Díaz, músico del mundo

 El día en que los santiagueños lloraron

 


Hugo Díaz había vivido ya todas las vidas y había muerto varias veces. La muerte del paisaje: cuando tenía apenas cinco años y un golpe lo cegó durante un año. La primera armónica, regalada por un tío, le devolvió su vida, que era la música. La muerte de Sachtmo: cuya desaparición tanto le impactó, y con quien había vivido el gozo de tocar juntos los ritmos de jazz en una larga gira europea por el 63. La muerte de la alegría: en cárceles y hospitales, adonde Hugo dejaba su mensaje de vida y amor, por el solo gusto de hacer el bien. Esta vez ha sido él protagonista de su propia muerte y desde el más allá nos estará enviando sus embrujadas melodías, que no por ser del país celeste serán mejores que las que nos dejó en la tierra. Hugo Díaz nos deja una lección de arte mayor, que debemos aprender para poder vivir después de la muerte.

Porque Hugo Díaz siempre fue canción.

Tocaba la armónica desde que tuvo uso de razón y su casi hermano y amigo, Domingo Cura, le acompañaba haciendo ritmos en tamborcitos de tarros.

La iniciación artística de Hugo coincidió con la Inauguración de LV11 Radio del Norte de Santiago del Estero.

A los diez años se integró a un grupo de niños con veinte tocadores de armónica, y otros tantos guitarristas, violinistas, percusionistas y cuerpo de baile, que representaron a la provincia en el Teatro Rivera Indarte, de Córdoba, ejecutando "Nostalgias Santiagueñas" y el vals "Santiago del Estero". Esta fue la constitución de la Primera Orquesta Infantil de Santiago del Estero cuyo creador fue el Dr. José F. Castiglione. Dirigía el profesor Leopoldo Bonelli. Esta orquesta nació juntamente con el Coro de la Escuela Nacional del Centenario y sus repertorios incluían música clásica y nacional. Dentro de la orquesta, junto a Hugo Díaz, se formaron Chocho Ruiz, guitarrista. Tito Sotelo, armoniquista y Walter Ruiz, guitarrista.

El primer músico de nombre que escuchó a Hugo Díaz y le alentó a perfeccionarse fue Juan Carlos Barbará que hacía giras con su orquesta característica. Por entonces, llegó a Santiago un profesor francés apodado Charlie, que Inventara el instrumento electrónico Teremin, y les hiciera conocer la armónica cromática de 64 voces y la cromónica de 200 a 300 voces,

Hoy, Tito Sotelo que conformaba el grupo de niños. sigue la trayectoria que le marcara el destino al iniciarse en la armónica Junto a Hugo, quien le empujaba siempre a seguir el camino sin desmayo.

El primer contacto de Hugo con el jazz sería una emoción de adolescente. Bix Beiderbecke, Charlie Parker. Louis Amstrong. Duke Ellington, de la mano de los autores anónimos de las chacareras truncas y junto a los hermanos Julio y Benicio Díaz, signarían para siempre su sensibilidad. Su vuelo no tendría límites. Para poder pagar la cuota del Square Hot Club, un circulo de fanáticos del jazz, por medio del que enviaban dinero a Estados Unidos para que les mandaran los discos de los "monstruos sagrados", se ayudaba haciendo toda clase de tareas, mientras que por las noches, ensayaban un incipiente cuarteto de jazz que habían formado.

"Debemos, entre nuestras manos, que son las más numerosas, aplastar la muerte idiota, abolir los misterios, construir la razón de nacer y ser felices".

(Paul Eluard)

Los Hermanos Abalos habían inaugurado en Callao y Santa Fe un estudio de danzas e instrumentos típicas que frecuentaba lo más granado de la sociedad porteña y provinciana que cultivaba al folklore. Los sábados se reunían en una peña donde eran de rigor la guitarreada y las empanadas del Kakuy, que llegaban por mano de un pequeño ahijado del dueño. La hora de las empanadas era esperada con ansiedad por los habituales asistentes. No sabemos si las empanadas eran tan sabrosas, pero sí, que el jovencito que las llevaba tocaba la armónica de maravillas y nadie quería dejarlo ir después de escucharlo.

Nacía tímidamente el gusto por lo tradicional. Los Abalos cierran la casa para abrir Achalay Huasi, con un elenco de primera: el dúo Martínez-Ledesma, con el plano de Enrique Villegas, los Hnos. Abalos y, por supuesto, Hugo Díaz, esta vez acompañado por Vitillo y Machaco. Hugo finalizaba cada actuación tocando una armónica miniatura de cuatro agujeros, en la que ejecutaba "Pájaro campana" sin usar las manos. Esos fueron sus primeros triunfos como profesional, alternando después con un doblete en "MI Rincón", donde a la sazón estaban otros nombres que se perfilaban como los pioneros de al avanzada tradicionalista en Buenos Aires como el de Atahualpa Yupanqul. Hugo formó entonces su primer conjunto que se llamó "Chakay manta" y que comenzó actuando en Radio Splendid.

-Poco a poco fuimos subiendo la escala artística -diría después Hugo-, hasta que pudimos actuar en "Palmolive en el Aire". Y gracias a la actuación allí de Fernando Ochoa, pudimos grabar el primer disco: la chacarera "La Vieja". Más de cien placas en 78 revoluciones vendrían después, juntamente con el creciente éxito. "Gloria al espíritu que puede unirnos, porque, verdaderamente, no vivimos más que de imágenes".

(Rilke) Hugo Díaz nació en Santiago del Estero el 10 de agosto de 1927.

Había perdido a sus padres a raíz de la separación de ambos, razón por la que el niño debió dedicarse al oficio de lustrabotas y a vender chupetines para subsistir. Fue a vivir a casa de Domingo Cura donde lo rodearon del ambiente de un verdadero hogar. Su compañera de juegos fue también Victoria, que tenía entonces 4 años. Crecieron ambos jugando con la música hasta que ésta le enseñó el despertar del amor. Estaban los dos tan Integrados espiritualmente, que Victoria y Hugo apenas pudieron decidir sobre sus destinos. Se unieron para siempre con un amor que sobrellevó años de privaciones, dificultades, sacrificios y angustias.

La fama los premio con la gloria suprema y el amor les regaló una hija: María Victoria, la más importante fuente de superación para Hugo. "Así fue que seguro, eché rumbo a la vida, con la fuerza del ángel en mi andar...".

("Zamba del Ángel" de Petrocelli y Hugo Díaz) En los años 1953, 54 y 55 la fábrica de armónicas Honner, en cuya entrada principal de la central alemana se muestra un mural con la fotografía de nuestro compatriota, lo Invitó al Festival Mundial de Armónica de Viena, donde los jurados, por el único hecho de no saber música, lo relegó al segundo puesto. En esta oportunidad también. Hugo tiene ocasión de ejecutar y hacer un contrapunto de improvisaciones con Duke Ellington y Ella Fitzgerald.

De pronto, el 24 de junio de 1960 Hugo y Victoria Díaz, Alberto Cortez, Oscar Zamboni, Antonio Ferreyra, y el Ballet Los Ranqueles parten en una gira hacia Europa. El grupo se llamaría "Hugo Díaz Ensemble Show" y tocarían las ciudades de Barcelona, Milán Roma, Amberes. Bruselas, Amsterdam, Dusseldorf, Frankfort, Colonia y Bonn. En Bonn, Hugo concretó una de las aspiraciones máximas de su vida al entablar conocimiento con el armoniquísta Jonh Thieleman. Considerado "la mejor armónica del mundo". Thieleman expresó en esa oportunidad su asombro por el sonido particular que sacaba el argentino del Instrumento. Hugo, por su parte, profundizó una amistad que subsistiría a través del tiempo, epistolarmente.

Victoria, su mujer, quiso regresar al país a causa de su incipiente embarazo. Hugo la seguiría después, no sin antes grabar para el sello Monglow el primer disco doble con Alberto Cortez, que Incluía: "Sucu sucu". "Palmeras". un rock de W. Belloso y "Sabor a mí". Después, el mundo en sucesivas giras. El Show Gigante de "Globus" los programó junto a figuras como Michele Morgan. Caterina Valente, Marlene Die trich, en espectáculos donde concurrían hasta 35.000 personas. Luego Japón, y todo lo demás. En 1971 Victoria deja de cantar y Hugo parte por ocho meses a Lima en una gira con Chabuca Granda. Una Invitación de los ministerios de Relaciones Exteriores de España y Argentina para actuar en España. otra gira por América, donde actuó con Sara Vaughan. y la última gira, en Brasil, donde le acompañó en guitarra y canto, su hija María Victoria.

Premios, distinciones, aplausos, reconocimientos en todo el mundo. El Martín Fierro de la Federación Agraria en Santa Fe, el Disco de Oro. Sólo faltaría que SADAIC le otorgara el premio de este año como reconocimiento a uno de los más notables difusores de nuestra música y talentoso compositor tan retaceado de promoción en su propio país. "No tiene frio ni calor. Su prisionero se ha evadido para dormir. No está muerto. Duerme".

(Paul Eluard)

Duro revés asestó el destino al mundo artístico este año, al arrebatar vidas preciosas de gran significación para la cultura de todos los países. Nombres como los de María Callas, Waldo de los Rios, Prevért, Blackle, Stokowsky, Bianco, Bing Crosby, Elvis Prestley, Paul Desmond, Floravanti, Hugo Díaz, nos inclinan a meditar y a proponer la revaloración de lo que significa la obra del artista. Poseer la luz del talento significa habitual- mente cargar con un enorme peso que debe arrastrar- se a lo largo de infinitos pasillos sombríos de esperas. Acechanzas, envidias, manejos turbios. Desengaños, mu chas veces hambres y sacrificios muchas veces estériles.

El placer y la emoción que nos regala la obra de un pintor, un poeta, un músico, es una deuda que no podemos compensar con aplausos porque la creación es un fluir constante que busca su cauce en el alma de los receptores de ese legado. Poseedor de un don sobrenatural, el artista está en una entrega constante como un acto de amor a la humanidad y a la vida. No importa que su arte tenga el reconocimiento que me- rece, porque sus manos florecen en dones que llevan consigo un hábito celeste.

Víctor Hugo Díaz se durmió para los hombres el do- mingo 23 de octubre de 1977 a las 18.30. La hora exacta en que el jazmín comienza a derramar su fragancia.

¿QUIEN FUE HUGO DIAZ?

Como ser humano, era el más noble que yo haya conocido. Como músico, estuvo siempre avanzado con respecto a su época. Fraseaba de una manera que es casi imposible hacer con un instrumento como la armónica haciendo dentro de la melodía sincopas increíbles de lograr y cada vez de una manera distinta. Y se dio con el gusto de grabar todos los géneros con une autoridad profesional lo mismo en el folklore tradicional, que en el tango o en el Jazz.

Domingo Cura

¿Y POR QUE EL JAZZ?

El jazz nació de la simbiosis de dos culturas, la occidental, con la afroamericana, enriqueciéndose además con los aportes sonoros de la música euro- pea. En el jazz, el verdadero creador, más que el compositor, es el ejecutante que recrea la secuencia armónica basal. Los primitivos creadores eran músicos intuitivos, de ahí que es en realidad un género folk. El ritmo del jazz, io mismo que la chacarera, tiene el acento distintivo en la síncopa, de ahí que ambos géneros hayan florecido con fuerza, unidos en la armónica de Hugo Díaz.

En dieciocho horas se grabaron los diez temas del larga duración que es el testamento musical de Hugo Diaz. La elección de los mismos se hizo en el instante en que Hugo Díaz entrara en la sala de grabación. Buby Lavecchia, que se agregó espontáneamente a los músicos, recuerda: "Lo único que pudimos hacer fue tratar de seguirlo, rogando que no cambiara de idea. En un momento dijo que el sonido salía demasiado lindo, y así no servía...".

Esta obra póstuma, que acaba de salir a la venta con el nombre del artista, editada por Tonodisc, nos da una muestra de la imaginación, la sensibilidad Interpretativa, la frondosa inspiración para la improvisación y el notable manejo de los matices en un instrumento tan limitado como la armónica.

Publicada originalmente en Revista Folklore