lunes, 25 de octubre de 2021

Simplemente Jacinto Piedra

La noche del domingo 20 de octubre de 1991, “Ventana Abierta” entrevistaba a Jacinto Piedra en su domicilio del Barrio Belgrano. En la madrugada del viernes 25, un accidente truncaba la vida del popular artista santiagueño.


"Alma elegida. Te vas empuñando una guitarra. Tu canto azul, mas que nunca azul de cielo, ya se encarna en el caballo cósmico que Siempre te ha esperado.... para eternizarte. Partir es volver. Volver significa no haberse ido nunca."

“Nos fuimos a vivir a Buenos Aires cuando yo era muy chiquito. Viví parte de mi niñez y juventud en Morón".

Extrañaba mucho Santiago. Extrañaba el canal de Tala Pozo, los juegos; el clima extrañaba.

Buenos Aires es muy frío. Me acuerdo que había llevado pantalones cortos, mi hermana había llevado pollerita y allí se usaba ya ropa mas abrigada.

Cuando sos chico no decides por vos. El desarraigo que dicen algunos no se produce por uno ni por los padres de uno.

Las condiciones sociales que atravesaban la provincia en esos momentos obligo a emigrar a mucha gente.

Peteco también ya se había ido con los padres.”

La Aventura Musical en Buenos Aires

Allá era simplemente Ricardo Manuel Gómez, y en los escenarios se presentaba como Ricardito “el niño cantor”. El chico santiagueño de voz prodigiosa, el que a los 8 años deslumbro el auditorio de la prestigiosa Radio EL Mundo.

A los 12 años ya andaba mezclado en los grupos de música progresiva. Tocaba el bajo y cantaba en “Malva Blues”, de Morón y luego en “El Obelisco”.

“Con peteco somos amigos desde chicos, desde los primeros años. Eramos del mismo barrio, Peteco, por ejemplo se largo a cantar mas grandecito. Yo estudiaba guitarra y tocaba con grupos. Eramos los primeros que tenían el pelo largo, las camisetas y todas esas cosas. Mi raíz estaba en el folklore. Venia de todo lo que era Santiago. Pero en ese momento la música progresiva nos gustaba a todos.

Así fue que anduvimos muchos años en esto, pero después, la música que se llamo progresiva, al comercializarse, al ser empresa, entonces la música empieza a ser proyectos de empresarios y es ahí cuando los interés corrompen todo. Toda la espiritualidad, la energía, todo lo que seria el arte.

El arte fundamentalmente se basa en los sentimientos y en la espiritualidad, yo creo que aun el mas hipócrita de los artistas si es artista en el alma tiene cosas buenas.

Lo de la música progresiva se descompone, y bueno sobreviven los que han podido acomodarse a este sistema, a este juego.

Dentro de eso, nosotros empezamos a organizar nuestros primeros recitales, como una manera de hacernos ver y conocer.

Teníamos en claro que lo mas importante de esto era el publico.”

Jacinto Piedra nace cuando Horacio Guarani queda admirado de su canto y se convierte en su padrino artístico. En 1983 Jacinto graba su primer disco.

“Los discos son importantes cuando son hechos en función del arte.

Hubo sellos como Trova, como Diapasón, otros sellos independientes donde el artista tenia real acceso a la grabación. Iba mejorando el panorama.

yo siempre he sido un interprete, pero me he puesto a componer a pesar de que considero que hay gente con mucho mas talento que yo para eso pero me largaba a componer para pincharlos a los demás, para que produzcan mejores cosas los que tienen talento. En Santiago se han dado cosas muy importantes los ultimos años.

Al hacer los temas es como una manera de mostrarse uno.

Yo trato de inspirar a los músicos como yo, o mas jóvenes, que recién empiezan para que se animen y hagan música. Trato de transmitirles la experiencia que uno a adquirido sobre el escenario.”

¿Qué es lo que puede da un músico a la comunidad?

-Nosotros los músicos somos en vehículo del mensaje que te esta tirando la gente. Y uno debe escucharla, interpretarla. Debe tener el don y el tiempo. Entrar en un estado contemplativo permanente de la vida, de las cosas.

Por ahí preguntan: “che, ¿a que te dedicas?”, “a tocar la guitarra”, “si, ¿pero de que trabajas?”

¿Pasa por ahí el compromiso?.

-Por ahí pasa. Te decía lo de los músicos por que yo he sufrido mucho por no poderme comprar un instrumento.

Un instrumento nuevo no es un equipo de gimnasia. Y el músico necesita un cable, un equipo, una buena guitarra. Y a veces son inaccesibles.

La industria de la música avanza en todo el mundo, entonces nosotros pasamos a ser un servicio utilitario. Y eso lo tenemos que tener bien en claro.

¿Has tenido apoyo por parte de tu familia?

-Si, bastante; bueno, ellos también han sido artistas. No he tenido un padre que me ha dicho: “No toques”. Al contrario: “Toca, pero toca bien”, me decía.

Los grandes escenarios que recorrió mi padre con la danza, los he recorrido cantando. Eso es un gran orgullo para mi.

¿Como ves el futuro?

-De tanto andar y andar me he convertido yo en un proyecto. Yo soy el proyecto con toda su derivación, ¿no?. Ojala un día pueda tener acceso a trabajar por estructuras nuevas dentro del arte así sea que tenga que caer en lo político. Yo quisiera trabajar para poner unas escuelas de piano aquí en Santiago donde haya 10 píanos para que los chicos que tengan mucho talento estudien. Desde muy chiquitos ya, formarlos. Formar camadas, y vas a ver que en 10 años, 20 años, vamos a tener generaciones de excelentes músicos. Yo he venido para trabajar en ese tipo de proyecto en Santiago. Hay otros proyectos que solamente estando al lado del poder se puede luchar por esos espacios estancados que no han progresado en muchos años.

Hay gente que toma las ideas que otros tiran y pasan a ser después los dueños de la pelota. Por lo menos deben leer y conocer el proyecto del otro, acompañar y no copiarlo. Eso es lo lindo. Pero cuando vos no puedes, en tu corazón no existen esas cosas, no puedes hacer nada por nadie. Y ese es un tipo triste.

Yo sigo creyendo que es bueno hacer un conjunto, a tal punto que he armado muchas cosas después de “Los Santiagueños”, espectáculos, todos diferentes, con el grupo vocal Causay, con Horacio Banegas. He impulsado todas esas cosas dentro de lo que puedo hacer. Mira que yo ando en ómnibus, no tengo auto. Ando como puedo pero con ingenio.

He compartido con Orígenes, con Helpidio Herrera, el acceso que yo tenia a los grandes festivales.

-Volcar en tu provincia lo que puedes dar, a partir de la experiencia recogida...

-Si. No quiero ir a Buenos Aires ya que todo esta centralizado allá. Desde aquí quiero realizar este proyecto, aunque aparentemente allá tenga mayores posibilidades. Creo que tenemos que caminar por la música, para que este proyecto que compartimos con Santiagueños siga. Tiene que seguir abriendo escuelas de piano, escuelas de guitarra. Uno puede estar en condiciones de ver y acompañar todo eso sin clasificar ni calificar.

A partir de ahí, podemos hacer cualquier revolución sin arma, la mejor, la pacífica. Eso desemboca en la pintura, en el teatro, en el cine, en muchas cosas.

Pero lo mas fuerte de Santiago, lo que hay que cuidar es el patrimonio musical que tenemos.

Crear organismos para que a través de los mismos nos unamos y podamos llevar adelante este proyecto. Por que al mas alto gobernante y al mas humilde de los militantes, le gusta la chacarera.”

Hugo Orlando Ramírez

Extraído de la revista “Ventana Abierta”

viernes, 15 de octubre de 2021

Cacho Lobo y una vida a plena risa

 Por Cristian Ramón Verduc


"¡Sixto, le he puesto letra al Tero!" Con esta exclamación y una de sus amplias sonrisas entró Cacho Lobo en la peluquería de Don Sixto Palavecino. Las horas compartidas, las actuaciones juntos, la lucha en común por el Alero Quichua Santiagueño, y su particular modo de ser, alegre y extrovertido, hacían que Cacho tuviese ese trato familiar hacia Don Sixto.

Amadeo Lobo era de Laprida, pequeño pueblo del Departamento Choya con una estación de ferrocarril, a poco menos de 40 Km de Loreto yendo hacia Frías. Cacho recordaba siempre a su Laprida como un pueblo tranquilo, de gente amable, algo de salitral y mucho folclore.

Desde chico se inclinó hacia la música folclórica. Aprendió a tocar la guitarra y el charango. El bombo no era para aprender, sino mas bien algo natural, igual que el canto. Un poco más crecido también escribía versos a los que les ponía música.

En la ciudad de Santiago del Estero, Cacho Lobo fue cantor y músico. Su carácter chispeante y ocurrente fue manifestándose cada vez más en los escenarios y poco a poco el humorista casi desplazó al cantor. El humor ante un micrófono es cosa seria, más aún si tenemos en cuenta que Cacho era de los humoristas que no recurren a la palabra soez o a la agresión verbal para arrancar una risa del público.

Se integró al Alero Quichua Santiagueño en la época en que Felipe Corpos conducía la audición radial. Cuando Corpos sufrió el accidente fatal, fueron Nidia Franicevich y Cacho Lobo quienes debieron hacerse cargo de conducir la audición. Después se incorporó Rubén Palavecino a la conducción de la audición, y al poco tiempo Nidia se fue a Jujuy para trabajar como locutora en una emisora de radio.

La conducción de la audición radial era compartida entre Rubén Palavecino y Cacho Lobo. En las reuniones de los Lunes por la noche en la peluquería de Don Sixto se planificaba la audición del Domingo que seguía, las salidas a la campaña y otras actividades. Si tales salidas impedían la emisión directa de la audición radial, se grababa el Jueves por la noche.

Con motivo del casamiento del cantor José Sequeira en Villa Salavina, los integrantes del Alero Quichua hemos viajado en un ómnibus contratado para tal fin. La ceremonia y fiesta de casamiento fueron celebradas un Sábado por la noche. El Domingo por la mañana, Don Sixto, Rubén, Cacho Lobo, José M. Lami Hernández (h) y Edgardo Mansilla han ido hasta Barrancas, donde Doña Abdona de Villarreal ha hecho entrega a Don Sixto del primer violín que él tuviera y que hacía décadas había cambiado por otro mejor. Ese trascendental momento ha sido registrado en fotografías y grabación de audio. Tal como hacía Felipe Corpos, en las salidas del Alero se tomaban grabaciones para luego reproducir en la audición.

En las reuniones de esos tiempos, la gente del Alero Quichua estaba procurando un terreno donde construir La Posta Quichua, que sería un emprendimiento integral tradicionalista. Don Sixto tuvo una entrevista con el Gobernador de la Provincia, General César Fermín Ochoa, con quien dialogó en quichua, pues el General Ochoa era quichuista natural del departamento Atamishqui. De esa reunión, a la que Don Sixto concurrió con otras personas del Alero, surgió la urgente necesidad de tramitar la Personería Jurídica. Cacho Lobo fue uno de los impulsores del trámite que se inició en Septiembre de 1.977 y también fue uno de los integrantes de la Comisión Directiva, que era presidida por Don Sixto Palavecino.

Su primer disco, grabado en el formato Larga Duración, se llama Cacho Lobo y sus Santiagueñadas. El disco ha sido presentado junto con el disco Corazón de Mishtoles de Carmen Palavecino. Esa noche Radio Nacional ha transmitido la presentación desde el Teatro 25 de Mayo, que estaba lleno de público mayoritariamente integrante o simpatizante del Alero Quichua Santiagueño.

En su actividad laboral, llegó a tener una imprenta en la que trabajaba con sus hijos, a los que formaba en lo laboral, en lo artístico y fundamentalmente en los valores humanos.

Generalmente actuaba solo, a veces con Don Sixto y a veces como Cacho Lobo y Sus Hijos. Walter Lobo tocaba la guitarra y cantaba a dúo con Cacho. Pablo tocaba el bandoneón y es un músico de prestigio nacional que participó en la grabación del Volumen 6 del Alero Quichua. Mario es violinista y se dedica a la enseñanza. El más chiquito de los que subían al escenario cantaba y hacía imitaciones, mientras que las dos niñas tocaban el bombo. Cacho escribió y grabó el poema Romance Para mis Hijos, donde los compara con las notas musicales. En el disco Cacho Lobo y Sus Hijos (1.987) participan Walter, Pablo, Mario y las dos chicas.

Serio y firme a la hora de defender convicciones, en el trato personal era alegre y bromista. Gustaba de poner un apodo a su interlocutor, para mudar hacia otro en el próximo encuentro, pues el sobrenombre era solo para el momento. Recordando una expresión de Felipe Corpos, llamaba a la peluquería de Don Sixto "La Jabonería de Vieytes", evocando el local donde se reunían a conspirar los patriotas de Mayo de 1.810. En homenaje a Felipe Corpos, creó el gato El Felipe Benicio.

Don Sixto solía tocar en todas sus actuaciones un gato suyo que imitaba al tero. Cacho sabía bien la melodía por ser compañero habitual en la radio y en otras actuaciones. La noche en que llegó a la peluquería anunciando que había puesto letra al gato, lo cantó enseguida con la guitarra que Don Sixto siempre tenía en su lugar de trabajo. La letra describe poéticamente el aspecto y costumbres de la avecita. Una vez registrado, el nombre quedó como El Canto del Tero, música de Don Sixto Palavecino y letra de Cacho Lobo. Ha sido grabado por intérpretes nacionales.

A los nuevos cantores, ansiosos por subir a los escenarios, Cacho solía aconsejar una buena preparación cultural para tener fundamentos a la hora de hablar al público. Decía que uno debía leer por lo menos el manual Santiago del Estero de la escuela primaria. Sugería ensayar ante un espejo para controlar postura, ademanes y gestos. También solía decir: "Changos, no anden con dudas; consulten a Don Sixto; él no solo es nuestro factor humano aglutinante sino también un hombre que sabe mucho."

De pronto, Cacho Lobo dejó de concurrir a todas las actividades del Alero Quichua. Evitaba hablar de los motivos para tal alejamiento. La muchachada del Alero y del folclore en general concurría a diario a la imprenta, donde había conversación alegre y sana, bromas, música, canto y mate. Bebidas alcohólicas no; ni pensarlo en un lugar de trabajo; además, ni el dueño ni sus hijos bebían.

Años después se fue a vivir en Arrufó, provincia de Santa Fe, de donde volvió enfermo y empobrecido. Falleció en Santiago del Estero el 18 de Marzo de 1.997.

Además del recuerdo de su gran sonrisa, sonoras carcajadas y sanos consejos, nos quedan varias creaciones folclóricas, como la chacarera Coplas Dulces, con música de Don Sixto. Con Orlando Gerez creó el chamamé Río Santiagueño y la chacarera Fuelle Santiagueño. La polca llamada Posiblemente, también es de Cacho, al igual que la zamba Coplitas Jujeñas, la chacarera Amaneciendo en Vidalas, la chacarera Anga Súmaj, la zamba Regresando al Pago y la chacarera Don Braulio. Hay más creaciones de Cacho para conocer o recordar. Habrá que preguntar a sus hijos, que siguen sembrando notas musicales por el pago.

Fuente: Facebook: Patio Santiagueño