domingo, 12 de septiembre de 2021

Domingo Santiagueño (chacarera) - Los Carabajal

DOMINGO SANTIAGUEÑO (Carlos Carabajal)

Un domingo santiagueño

No es un domingo cualquiera

Hasta el sol viene saliendo

Con ritmo de chacarera.

 

Cada cual tiene su dicha

Con baile empanada y vino

Zapateando en el salitre

Si más caliente es más lindo.

 

Y arriba en la costanera

Se ven parrillas humeando

Es hora que el calavera

Está el incendio apagando.

 

Los domingos santiagueños

Dios quiera que no se pierdan

De aquí le mando un suspiro

A mi tierra santiagueña.

 

Añoranzas de La Banda

Achalitay que hermosura

"Apalo" con sus hermanos

Preparan la compostura.

 

Que linda noche i’ pasao

Pensando de que volvía

A empacharme con zapallo

Tuna fresquita y sandía.

 

Comieron toda la noche

Vino y pastel de vizcacha

Y ahora caminan firme

Disimulando la macha.


Víctor Orellana, el "Mandinga del bandoneón"


A Víctor Orellana, de físico de aguja, le vendría bien aquello de: Resistiré, erguido frente a todo/ me envolveré de hierro para endurecer la piel/ y aunque los vientos de la vida soplen fuerte/ soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie. Aunque en su Santiago querido muy pocos los recuerden. El "Mandinga del bandoneón", nunca un sobrenombre tan bien puesto, aunque de mandinga no tiene nada. Fue siempre buen tipo y un santiagueño de pura cepa.

Se fue de Santiago junto con el adiós del "Rincón de los Artistas". Fue como si al cerrar sus puertas quedaron encerradas entre las paredes del modesto salón, parte de su vida joven de madrugadas y vino compartidos. Los unía la música. Bodegón y pizzería, el modesto salón ya inexistente de la céntrica calle Tucumán, a metros de la plaza, de paredes decoradas con groseros brochazos de pintura al aceite y murales alegóricos, tenía una fuerte identificación con el hombre común y su cultura. Sillas y mesas de madera completaban su rústica infraestructura donde músicos, poetas, cantores, recitadores y humoristas desgranaban su arte. Nunca más volvió a Santiago.

Cerca del mediodía comenzaba la función, y tras el paréntesis para la consabida siesta provinciana, reabría al atardecer hasta la madrugada siguiente. Las clásicas empanadas, tamales, pizza y el vino servido en jarras de metal eran el menú único a precios módicos.

Lo fundó don Pedro Evaristo Díaz, sencillo y modesto vecino que vino desde su paraje natal Tiuyoj a tentar suerte en la ciudad. Un discreto ejecutante de guitarra, autor de varias composiciones folclóricas, algunas de notoriedad. Lo hizo en sociedad con Edmundo Soria, funcionando primero como un bar, el Bar Casino.

Al poco tiempo, Díaz compró la parte de su socio y lo transformó en ámbito para los artistas populares; esos sin cartel a fin de que tuviesen su espacio. Lo rebautizó El Rincón de los Artistas, un bastión representativo y emblemático de la expresión musical lugareña.

Tenía sus músicos "estables". Entre los más célebres y recordados, el grupo compuesto por el "Mandinga del Bandoneón" – Víctor Orellana -, los guitarristas hermanos Campos y el "Payo" Luna, un albino malabarista del bombo. El cantor era Enrique “Henry” Simón, que consolidó su fama como intérprete de tangos y prefirió ese lugar desechando otros escenarios mas conspicuos. "Ahí aprendimos a amar a nuestra música", dice Leandro “Meneco” Taboada, fundador del conjunto vocal folclórico Los Tobas. "Era un ámbito concurrido por músicos humildes y muy respetuosos, que no fácilmente se animaban a actuar en otro sitio justamente por respeto al público. Todo lo contrario que en estos tiempos".

Al “Rincón” llegaron cual si fuera un compromiso ineludible, casi un rito, intérpretes de trayectoria o renombradas figuras. No faltaron tampoco personalidades de notoriedad, ilustres visitantes o turistas que encontraban el punto de excelencia para escuchar la música santiagueña.

"Por caso, Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato y Victoria Ocampo, entre otros popes de la cultura argentina invitados por mi padre", evoca el doctor Mariano Paz, cuyo progenitor y homónimo fue un destacado promotor de la cultura a la par de Bernardo Canal Feijóo. "Lamentablemente, todas las cosas buenas aquí desaparecen", afirma, al recordarlo.

Hasta Astor Piazzolla ejecutó una madrugada su clásico Adiós Nonino. El "Mandinga" le prestó su bandoneón al que le faltaba una tecla. La interpretación, no obstante lo espontáneo e improvisado, fue igualmente impecable, sublime; vivencia emotiva y perdurable en la memoria de este cronista.

Cuanta humildad había en este santiagueño que se codeo con el enorme Astor, del que hablo maravillas Dino Saluzzi. Hoy vive en Buenos Aires, lejos del Rincón, su segunda casa; tiene su conjunto. Dicen que cuando recuerda aquel lugar se pone melancólico y se le escapa un lagrimón. Víctor Orellana, un "Mandinga" olvidado en la provincia pero que vive en el recuerdo de su gente.

Fuente: Foro oficial de Miguel Brevetta Rodriguez y Eduardo Vozza

Foto: Ayer y hoy de Víctor Orellana, el Mandinga del bandoneón / Facebook: Patio santiagueño

jueves, 9 de septiembre de 2021

Pa santiago me voy (zamba) - Morenito Suárez

#PaSantiagoMeVoy  #MorenitoSuárez

A SANTIAGO ME VOY
letra y música: Vicente Morenito Suárez

A Santiago me voy
Ya i dicho que no me atajen
Pa la Cejas y Chumillo
Yo i de sacar mi pasaje.

Cantare,bailare
En la casa de los Juárez
Las chacareras de Higinio
Enterrando carnavales.

Me llevó mi bandoneon
Mi guitarra y nada más
Que otra cosa puedo llevar
Debe estar lindo mi pago
Añuritay mi Santiago.

Al llegar mingare
Que me traigan algún bombo
De esos que hace Don González
En el Barrio de huaico hondo.

Para las chinitas
Un recado yo le mandó
Que me esperen con las cajas
Quiero andar serenateando.

Me llevó mi bandoneon
Mi guitarra y nada más
Que otra cosa puedo llevar
Debe estar lindo mi pago
Machadito vua vidalear.


 

Sixto Palavecino: El público espera el "Long Play" que grabaré para R.C.A Víctor

Escribe Polo Serrano


Con el deseo de llevar en forma variada los reportajes de nuestros valores, entreviste a Sixto Palavecino, decir este nombre, es pronunciar dos palabras que mejor se ubican dentro del panorama  folklórico y en el cariño popular.

Me traslade al domicilio de este artista en el Jeep del diario La Hora y fui recibido por Haidee, hija mayor de don Sixto.

Este salió a mi encuentro con Carmencita hija menor y expreso:

Lo esperaba Polo, pues A. Salomón difusor de la RCA Víctor me había anunciado su visita.

De esa manera tan simple fui recibido por este valor del folklore, la misma forma directa con que “habla” en sus canciones a todos los públicos y que no está basada en ningún secreto que no sea su forma de ser.

-Yo nací en Salavina hace 49 años y desde mis años de chango aprendí a tocar de oído el violín y luego la guitarra.

-¿Cuando comenzó a tocar el bandoneón?

-Un conjunto folklórico visito mi pago y me entusiasmo ese instrumento, cuando lo vi tocar a uno de los integrantes de esa orquesta y de inmediato compre y volqué mi vocación musical en el bandoneón que muchas satisfacciones me dio.

-¿Cuándo comenzó a actuar en nuestra ciudad?

-En el año 1962 decidí venir con mi familia a Ciudad Capital  y de inmediato comencé a actuar, pues el conjunto estaba integrado por mis hijos, Rubén, Haideee y Carmencita, y siempre tenemos el repertorio bien ensayado, sobre todo que no tengo problemas de incumplimiento por parte de los músicos, muy vulgar en nuestro medio, pues todos vivimos juntos.

-¿Sus hijos aparte de ser músicos desarrollan otras actividades?

-Por supuesto, Rubén que tiene 21 años es Maestro mayor de obras, Haidee de 19 años estudia magisterio y Carmencita, la menor está terminando sus estudios primarios. A veces eso me impide poder desarrollar una actividad más amplia, pues tengo muchas propuestas para recorrer el país, planes que dejare para las vacaciones escolares.

-Según me informo A. Salomón que usted había grabado un Long Play y otro disco simple.

-Es verdad, grave un total de 15 piezas que fueron realizadas en el mismo día ante la admiración de técnicos y director artístico del sello grabador, pues generalmente esa cantidad se graba en 2 o 3 días.

-¿Podría nombrarme alguna de las composiciones que grabo?

-Con mucho gusto, “Historia de un sufrido” (chacarera), que nos habla de las penurias que paso Palito Ortega antes de llegar al estrellato. “El astro de Santiago” (chacarera) que narra el recibimiento que le tributo el pueblo santiagueño cuando Leo Dan nos visito por primara vez después de triunfar.

-¿Por qué no los titulo entonces con el nombre de los astros?

-Ese fue mi propósito, pero cuando fui en la SADAIC, me exigían una autorización escrita de los astros referidos, lo que hubiera resultado imposible localizarlos por los múltiples compromisos que tienen.

-¿Qué otros títulos grabo?

-Fiel Compañera (chacarera); Para mi bombo leguero (chacarera); Carbonerito santiagueño (bailecito); Así es mi gato (gato).

-¿En la capital Federal que actuaciones realizo?

-En radio Splendid en una audición que hable en quichua y luego yo mismo hice la traducción. Mis hijos cantaron en quichua y fueron muy aplaudidos. También nos presentamos en Radio Argentina, Radio Libertad y Canal 9 de TV y en lugares de espectáculos y en peñas folklóricas.

-¿Qué planes tiene para el futuro?

-Como le decía espero que termine el año escolar para poder cumplir compromisos en Bs As, ahora aquí actuamos los fines de semana en peñas folklóricas y pronto haremos radio, también para la fiesta del Señor de Mailin cumpliremos un compromiso en esa localidad.

-Quiere agregar algo las para terminar este reportaje?

-Sí, agradecer al público en general, a los colegas que cuando supieron de mi grabación del Long Play se interesaron por saber cuando sale a la venta pata adquirirlo.

Nota publicada originalmente en la edición del día Sábado 15 de mayo de 1965 en el Diario La Hora de Sgo del Estero.