domingo, 25 de marzo de 2012

Peteco Carabajal actuó en Cuba

24 de marzo en La Habana, Cuba

Peteco Carabajal participó como invitado especial de un evento internacional desarrollado en la histórica Casa de las Américas de La Habana, Cuba, conmemorando el trágico 24 de marzo de 1976. Organizado por las Embajadas de El Salvador y Argentina, el pasado 24 de marzo se llevó a cabo la Primera Jornada “Por la memoria, la verdad y la justicia” en la Sala Che Guevara de Casa de las Américas en La Habana, Cuba. 

El acto conmemoró el inicio de la sangrienta dictadura que enlutó a la Argentina a partir de 1976, y también el asesinato, ese mismo día pero de 1980, en Buenos Aires, del arzobispo salvadoreño Monseñor Oscar Arnulfo Romero, figura emblemática de la iglesia tercermundista. Con la presencia de delegaciones de las Embajadas de las hermanas repúblicas de Uruguay y Nicaragua, e instituciones cubanas como la Federación de Mujeres Cubanas, el Memorial Salvador Allende y el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, la jornada consistió en talleres y debates con diplomáticos y testigos directos de situaciones represivas generadas por el terrorismo de estado, y un cierre musical a cargo de Peteco Carabajal y artistas cubanos.

La presentación de Peteco fue gestionada por Maria Santucho, santiagueña residente en la isla desde el año 1974.

Además nos contó que el cantautor cubano Silvio Rodriguez "está cantando nuevamente en los barrios fuera de circuito comercial".  El laureado cantautor bandeño interpreto: borrando fronteras las manos de mi madre digo la mazamorra y entre a mi pago sin golpear.

Por otro lado, Peteco nos daba su parecer sobre la Habana y sus habitantes "ciudad es hermosa y destartalada también por el tiempo y las inclemencias sociales a la que ha sido impuesta. Pero es bella, es mucho más bella la espiritualidad de su gente. Mucha paz mucha música por todos lados la trova hace sentir su poesía. Y lo más lindo es que a pesar de todas las dificultades que verdaderamente existen el cubano es integro patriota y de buen corazón