El día en que los santiagueños lloraron
Hugo Díaz había vivido ya
todas las vidas y había muerto varias veces. La muerte del paisaje: cuando
tenía apenas cinco años y un golpe lo cegó durante un año. La primera armónica,
regalada por un tío, le devolvió su vida, que era la música. La muerte de
Sachtmo: cuya desaparición tanto le impactó, y con quien había vivido el gozo
de tocar juntos los ritmos de jazz en una larga gira europea por el 63. La
muerte de la alegría: en cárceles y hospitales, adonde Hugo dejaba su mensaje
de vida y amor, por el solo gusto de hacer el bien. Esta vez ha sido él
protagonista de su propia muerte y desde el más allá nos estará enviando sus
embrujadas melodías, que no por ser del país celeste serán mejores que las que
nos dejó en la tierra. Hugo Díaz nos deja una lección de arte mayor, que
debemos aprender para poder vivir después de la muerte.
Porque Hugo Díaz siempre fue
canción.
Tocaba la armónica desde que
tuvo uso de razón y su casi hermano y amigo, Domingo Cura, le acompañaba
haciendo ritmos en tamborcitos de tarros.
La iniciación artística de
Hugo coincidió con la Inauguración de LV11 Radio del Norte de Santiago del
Estero.
A los diez años se integró a
un grupo de niños con veinte tocadores de armónica, y otros tantos guitarristas,
violinistas, percusionistas y cuerpo de baile, que representaron a la provincia
en el Teatro Rivera Indarte, de Córdoba, ejecutando "Nostalgias
Santiagueñas" y el vals "Santiago del Estero". Esta fue la
constitución de la Primera Orquesta Infantil de Santiago del Estero cuyo
creador fue el Dr. José F. Castiglione. Dirigía el profesor Leopoldo Bonelli.
Esta orquesta nació juntamente con el Coro de la Escuela Nacional del
Centenario y sus repertorios incluían música clásica y nacional. Dentro de la
orquesta, junto a Hugo Díaz, se formaron Chocho Ruiz, guitarrista. Tito Sotelo,
armoniquista y Walter Ruiz, guitarrista.
El primer músico de nombre
que escuchó a Hugo Díaz y le alentó a perfeccionarse fue Juan Carlos Barbará
que hacía giras con su orquesta característica. Por entonces, llegó a Santiago
un profesor francés apodado Charlie, que Inventara el instrumento electrónico
Teremin, y les hiciera conocer la armónica cromática de 64 voces y la cromónica
de 200 a 300 voces,
Hoy, Tito Sotelo que
conformaba el grupo de niños. sigue la trayectoria que le marcara el destino al
iniciarse en la armónica Junto a Hugo, quien le empujaba siempre a seguir el
camino sin desmayo.
El primer contacto de Hugo
con el jazz sería una emoción de adolescente. Bix Beiderbecke, Charlie Parker.
Louis Amstrong. Duke Ellington, de la mano de los autores anónimos de las
chacareras truncas y junto a los hermanos Julio y Benicio Díaz, signarían para
siempre su sensibilidad. Su vuelo no tendría límites. Para poder pagar la cuota
del Square Hot Club, un circulo de fanáticos del jazz, por medio del que enviaban
dinero a Estados Unidos para que les mandaran los discos de los "monstruos
sagrados", se ayudaba haciendo toda clase de tareas, mientras que por las
noches, ensayaban un incipiente cuarteto de jazz que habían formado.
"Debemos, entre
nuestras manos, que son las más numerosas, aplastar la muerte idiota, abolir
los misterios, construir la razón de nacer y ser felices".
(Paul Eluard)
Los Hermanos Abalos habían
inaugurado en Callao y Santa Fe un estudio de danzas e instrumentos típicas que
frecuentaba lo más granado de la sociedad porteña y provinciana que cultivaba
al folklore. Los sábados se reunían en una peña donde eran de rigor la guitarreada
y las empanadas del Kakuy, que llegaban por mano de un pequeño ahijado del
dueño. La hora de las empanadas era esperada con ansiedad por los habituales
asistentes. No sabemos si las empanadas eran tan sabrosas, pero sí, que el
jovencito que las llevaba tocaba la armónica de maravillas y nadie quería dejarlo
ir después de escucharlo.
Nacía tímidamente el gusto
por lo tradicional. Los Abalos cierran la casa para abrir Achalay Huasi, con un
elenco de primera: el dúo Martínez-Ledesma, con el plano de Enrique Villegas,
los Hnos. Abalos y, por supuesto, Hugo Díaz, esta vez acompañado por Vitillo y
Machaco. Hugo finalizaba cada actuación tocando una armónica miniatura de cuatro
agujeros, en la que ejecutaba "Pájaro campana" sin usar las manos.
Esos fueron sus primeros triunfos como profesional, alternando después con un
doblete en "MI Rincón", donde a la sazón estaban otros nombres que se
perfilaban como los pioneros de al avanzada tradicionalista en Buenos Aires
como el de Atahualpa Yupanqul. Hugo formó entonces su primer conjunto que se
llamó "Chakay manta" y que comenzó actuando en Radio Splendid.
-Poco a poco fuimos subiendo
la escala artística -diría después Hugo-, hasta que pudimos actuar en
"Palmolive en el Aire". Y gracias a la actuación allí de Fernando
Ochoa, pudimos grabar el primer disco: la chacarera "La Vieja". Más
de cien placas en 78 revoluciones vendrían después, juntamente con el creciente
éxito. "Gloria al espíritu que puede unirnos, porque, verdaderamente, no
vivimos más que de imágenes".
(Rilke) Hugo Díaz nació en
Santiago del Estero el 10 de agosto de 1927.
Había perdido a sus padres a
raíz de la separación de ambos, razón por la que el niño debió dedicarse al
oficio de lustrabotas y a vender chupetines para subsistir. Fue a vivir a casa
de Domingo Cura donde lo rodearon del ambiente de un verdadero hogar. Su compañera
de juegos fue también Victoria, que tenía entonces 4 años. Crecieron ambos jugando
con la música hasta que ésta le enseñó el despertar del amor. Estaban los dos
tan Integrados espiritualmente, que Victoria y Hugo apenas pudieron decidir
sobre sus destinos. Se unieron para siempre con un amor que sobrellevó años de
privaciones, dificultades, sacrificios y angustias.
La fama los premio con la
gloria suprema y el amor les regaló una hija: María Victoria, la más importante
fuente de superación para Hugo. "Así fue que seguro, eché rumbo a la vida,
con la fuerza del ángel en mi andar...".
("Zamba del Ángel"
de Petrocelli y Hugo Díaz) En los años 1953, 54 y 55 la fábrica de armónicas
Honner, en cuya entrada principal de la central alemana se muestra un mural con
la fotografía de nuestro compatriota, lo Invitó al Festival Mundial de Armónica
de Viena, donde los jurados, por el único hecho de no saber música, lo relegó
al segundo puesto. En esta oportunidad también. Hugo tiene ocasión de ejecutar
y hacer un contrapunto de improvisaciones con Duke Ellington y Ella Fitzgerald.
De pronto, el 24 de junio de
1960 Hugo y Victoria Díaz, Alberto Cortez, Oscar Zamboni, Antonio Ferreyra, y
el Ballet Los Ranqueles parten en una gira hacia Europa. El grupo se llamaría
"Hugo Díaz Ensemble Show" y tocarían las ciudades de Barcelona, Milán
Roma, Amberes. Bruselas, Amsterdam, Dusseldorf, Frankfort, Colonia y Bonn. En
Bonn, Hugo concretó una de las aspiraciones máximas de su vida al entablar
conocimiento con el armoniquísta Jonh Thieleman. Considerado "la mejor
armónica del mundo". Thieleman expresó en esa oportunidad su asombro por
el sonido particular que sacaba el argentino del Instrumento. Hugo, por su
parte, profundizó una amistad que subsistiría a través del tiempo,
epistolarmente.
Victoria, su mujer, quiso
regresar al país a causa de su incipiente embarazo. Hugo la seguiría después,
no sin antes grabar para el sello Monglow el primer disco doble con Alberto
Cortez, que Incluía: "Sucu sucu". "Palmeras". un rock de W.
Belloso y "Sabor a mí". Después, el mundo en sucesivas giras. El Show
Gigante de "Globus" los programó junto a figuras como Michele Morgan.
Caterina Valente, Marlene Die trich, en espectáculos donde concurrían hasta
35.000 personas. Luego Japón, y todo lo demás. En 1971 Victoria deja de cantar
y Hugo parte por ocho meses a Lima en una gira con Chabuca Granda. Una
Invitación de los ministerios de Relaciones Exteriores de España y Argentina
para actuar en España. otra gira por América, donde actuó con Sara Vaughan. y
la última gira, en Brasil, donde le acompañó en guitarra y canto, su hija María
Victoria.
Premios, distinciones,
aplausos, reconocimientos en todo el mundo. El Martín Fierro de la Federación
Agraria en Santa Fe, el Disco de Oro. Sólo faltaría que SADAIC le otorgara el
premio de este año como reconocimiento a uno de los más notables difusores de
nuestra música y talentoso compositor tan retaceado de promoción en su propio
país. "No tiene frio ni calor. Su prisionero se ha evadido para dormir. No
está muerto. Duerme".
(Paul Eluard)
Duro revés asestó el destino
al mundo artístico este año, al arrebatar vidas preciosas de gran significación
para la cultura de todos los países. Nombres como los de María Callas, Waldo de
los Rios, Prevért, Blackle, Stokowsky, Bianco, Bing Crosby, Elvis Prestley,
Paul Desmond, Floravanti, Hugo Díaz, nos inclinan a meditar y a proponer la
revaloración de lo que significa la obra del artista. Poseer la luz del talento
significa habitual- mente cargar con un enorme peso que debe arrastrar- se a lo
largo de infinitos pasillos sombríos de esperas. Acechanzas, envidias, manejos
turbios. Desengaños, mu chas veces hambres y sacrificios muchas veces estériles.
El placer y la emoción que
nos regala la obra de un pintor, un poeta, un músico, es una deuda que no podemos
compensar con aplausos porque la creación es un fluir constante que busca su
cauce en el alma de los receptores de ese legado. Poseedor de un don sobrenatural,
el artista está en una entrega constante como un acto de amor a la humanidad y
a la vida. No importa que su arte tenga el reconocimiento que me- rece, porque
sus manos florecen en dones que llevan consigo un hábito celeste.
Víctor Hugo Díaz se durmió
para los hombres el do- mingo 23 de octubre de 1977 a las 18.30. La hora exacta
en que el jazmín comienza a derramar su fragancia.
¿QUIEN
FUE HUGO DIAZ?
Como ser humano, era el más
noble que yo haya conocido. Como músico, estuvo siempre avanzado con respecto a
su época. Fraseaba de una manera que es casi imposible hacer con un instrumento
como la armónica haciendo dentro de la melodía sincopas increíbles de lograr y
cada vez de una manera distinta. Y se dio con el gusto de grabar todos los
géneros con une autoridad profesional lo mismo en el folklore tradicional, que
en el tango o en el Jazz.
Domingo Cura
¿Y POR QUE EL JAZZ?
El jazz nació de la
simbiosis de dos culturas, la occidental, con la afroamericana, enriqueciéndose
además con los aportes sonoros de la música euro- pea. En el jazz, el verdadero
creador, más que el compositor, es el ejecutante que recrea la secuencia
armónica basal. Los primitivos creadores eran músicos intuitivos, de ahí que es
en realidad un género folk. El ritmo del jazz, io mismo que la chacarera, tiene
el acento distintivo en la síncopa, de ahí que ambos géneros hayan florecido
con fuerza, unidos en la armónica de Hugo Díaz.
En dieciocho horas se
grabaron los diez temas del larga duración que es el testamento musical de Hugo
Diaz. La elección de los mismos se hizo en el instante en que Hugo Díaz entrara
en la sala de grabación. Buby Lavecchia, que se agregó espontáneamente a los
músicos, recuerda: "Lo único que pudimos hacer fue tratar de seguirlo,
rogando que no cambiara de idea. En un momento dijo que el sonido salía
demasiado lindo, y así no servía...".
Esta obra póstuma, que acaba
de salir a la venta con el nombre del artista, editada por Tonodisc, nos da una
muestra de la imaginación, la sensibilidad Interpretativa, la frondosa
inspiración para la improvisación y el notable manejo de los matices en un
instrumento tan limitado como la armónica.
Publicada originalmente en Revista Folklore
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