Habla pausadamente, con marcado acento santiagueño. Se dispone a sacrificar una siesta porteña para hablar de sus convicciones, sus proyectos y su trabajo. Y viene con la idea de impulsar el folklore para que vuelva a llenar espacios y se transforme en lo que fue hace años: convocante y popular.
Además de uno de los artistas más prolíficos, innovadores e importantes de esta parte del siglo de nuestra música, Horacio Banegas es un constante trabajador de la cultura. Quizá su actividad no sea tan visible como la de otros, pero basta un encuentro con él para descubrir que estuvo trabajando todo el tiempo desde la última vez que apareció en público.
Por ejemplo, está organizando para el 3 de diciembre, un festival -“El Color de la Chacarera” en El Teatro, un reducto rockero ubicado en el barrio porteño de Flores -Avenida Rivadavia 7806-, donde tocan habitualmente Divididos o Catupecu Machu, pero que desde hace un tiempo, tiene cierta apertura a la música popular y el folklore, a partir de las presentaciones de Raly Barrionuevo. Banegas fue invitado a esos conciertos y tomó la iniciativa de impulsar una nueva forma de presentar la música de nuestra tierra. Volver a las bases de lo popular, desde una nueva perspectiva, y aprovecharla al máximo para lograr que vuelva a ser convocante y popular, sobretodo en Buenos Aires.
HB “La idea del Teatro fue mía. Yo había sido invitado en dos oportunidades por Raly y realmente aunque me pareció que es una jugada difícil para nosotros los del folklore, porque es un reducto del rock, se me ocurría que debíamos transportarlo hacia otro ámbito. Esto con los lógicos riesgos que significa, porque todo es autogestión, pero es necesario ir movilizando el rubro nuestro, porque vemos que el público va mutando. Por ejemplo veo que se plantea que la gente que va a ver folklore es mayor y tiene que estar en un lugar cómodo, sentado en butacas, donde los costos son elevados, por consiguiente no se venden entradas. Lo que hay que hacer es probar otras posibilidades.”
¿Entonces cuál sería el problema de la convocatoria? ¿El costo de la entrada o que la gente quiere conciertos más populares, estar de pie, poder bailar etcétera?
HB: “A mi me da la sensación de que estamos analizando mal. Estamos en un momento en que el público ha cambiado, si le plantean una entrada a 60 pesos no van porque les parece caro, en un concierto de rock, se paga la entrada a 120 pesos y ves que está lleno. Yo pensaba al principio que eso era por cierta carencia económica, pero el tiempo me ha dicho que no es así. Pienso que es una cuestión cultural. El público del folklore no quiere pagar una entrada, no quiere comprar un disco, quiere que se lo regalen.”
¿Está mal acostumbrado?
HB: “Pienso que obedece a que la música folklórica ha nacido en la casa de uno, la idiosincrasia de provincias como Santiago, Jujuy, La Rioja, uno escucha a los músicos en el patio de su casa, entonces que va a pagar una entrada si los tiene allí gratis. No ocurre con el rock, que es más difícil verlos en forma cotidiana en su casa, a nosotros nos encuentra en cualquier lugar, conversamos, nos vemos cara a cara. Es como se decía antes: qué va a ser artista si vive al lado de mi casa…”
¿Y en cuanto a los festivales?
HB: “Agradecemos nos den de comer, pero a los festivales van 20 o 30 mil persones, que no se sabe si van a comer choripàn, a ver a ciertos artistas, la mayoría es como que no escucha cuando el artista sube al escenario.”
A pesar de que la gente se queda de pie esperando que cantes otra, te dan poco tiempo sobre el escenario…
HB: “Ocurre todos los años. En definitiva yo no puedo tener más de cuatro temas. Pero uno también veo que hay otros artistas que no se saben quienes son y tienen media hora. Cómo han llegado ahí, por qué les dan tanto tiempo, no se sabe. Entonces aquí es que el folklore o la música en general se convierte en un negocio. Es algo que sucede. Por eso uno tiene que tratar de hacer una síntesis de su obra en tres temas. Es un desafío y si lo lográs es una virtud. Con esa consigna subo: soy yo, “el flaco” y el soberano que está delante, el público. Es como que llegué al convencimiento de que hay que dar el mensaje. Me sirve un tema o dos, no importa, digo lo mío.”
En cuanto a los artistas que participarán el 3 de diciembre en el Teatro, acompañarán a Banegas el dúo Orellana- Lucca, que ya tienen una trayectoria dentro del folklore, y una nueva propuesta que parte de tu productora: Don Argañaraz.
HB: “Ellos son chicos de Gramilla, Santiago del Estero, los he conocido en La Plata a instancias de mi amigo Polo Rodríguez. Son seres humanos divinos, con toda la inocencia que significa ser un chico de campo, tienen 23 y 25 años, componen sus propias canciones, cantan como los dioses. Antes se hacían llamar Dúo Sachayoj, yo escuché un demo, se lo acerqué al Mono, y ambos llegamos a la conclusión de que debíamos darles una mano. Así que me puse a trabajar, a dar un sentido de coherencia a los textos porque la materia prima está, la visión es clara, tanto en Nicolás que escribe la letra como Diego en la música. A nosotros nos parecía que no debíamos dejarlos pasar. Los rebauticé Don Argañaraz porque ellos me dicen don a mi y a toda la gente, como nos han enseñado en el campo, a tratar de usted y ellos conservan eso. Me pareció que se debía hacer hincapié y afirmar eso para que no se pierda. El Mono ha hecho la producción artística y ha salido el disco, como todas las cosas nuestras esto es hecho a pulmón. Yo cuando voy a Santiago compro discos de todos los chicos nuevos y también todos los de mis colegas. Porque es mi obligación como músico escuchar para tener una opinión de lo que es cada disco y cada artista y por donde va encaminando su carrera. Así he descubierto a estos chicos.”
“En cuanto a Orellana y Lucca, yo estoy muy ligado con ellos afectiva y artísticamente. A Manuel lo conozco desde que tenía 10 años. Fui a tocar al Centro Cultural de Frías y se presentó allí y desde ahí es como un hijo más. Estuve a la par de ellos desde el inicio de su carrera y son artistas que tengo presentes constantemente. Para mí son de los artistas más valiosos que tiene Santiago, porque hay una riqueza musical, de interpretación única.”
¿Qué opinás del panorama musical actual de Santiago del Estero?
HB: “Es muy positivo, hay muchos chicos con una visión interesante pero esto es un proceso de vivencia y madurez, hay que darles tiempo, porque ahora tienen la urgencia de la edad, antes para hacer escuchar un tema, tenían que pasar años. La prueba está en que yo he grabado algunos luego de 35 años. No era esa urgencia que tienen ahora algunos chicos, que componen un par de canciones y ya salen.”
¿Qué les decís a los chicos que tienen esa urgencia por salir apenas empiezan?
HB: “Yo creo que hay que darle tiempo al tiempo, falta lenguaje actual. Les digo: ustedes componen una chacarera como en los tiempos de Chazarreta, no pueden seguir diciendo lo mismo, deben tener otra forma de mirar la vida, otros comportamiento, otras urgencias. Hay que marcar la generación de cada referente. Por eso está circulando todo por lo mismo, y lo peligroso por ejemplo, es que ellos pueden grabar discos en una computadora y editarlo y al mismo tiempo ya sostienen que son artistas, componen cosas que no han vivido, chicos de 20 años no pueden hablar de las cosas que hablaba Chazarreta. Yo creo que en ese sentido los tangueros han sido más honestos porque siguen cantando los temas de autores del 1900. Nadie se anima a cantar lo que pasa hoy, porque cambió el discurso.”
El festival de El Teatro se llevará cabo mediante la productora Ciudad Desierta, que desde hace años Horacio Banegas motoriza junto a sus hijos. Bajo el brazo de la entidad familiar, se grabaron varios discos, entre ellos “El Color de la Chacarera”, “Inmediaciones”, el disco de Don Argañaraz, uno de Natalia Barrionuevo, el Coco Banegas y el próximo del Mono, hijo de Horacio y miembro de la productora que, además impulsó proyectos culturales como “El Arte de las Inmediaciones”, en Santiago, y un relevamiento cultural en aquella provincia, pendiente por cuestiones de burocracia. Actualmente Horacio se encuentra trabajando en su nuevo disco, pero dice: tiempo al tiempo.
HB: “Como es autogestión, todo depende los shows que tengamos en el año, porque primero hay que pagar los gasto personales. Yo soy mi propio representante, mi propio manager, mi propio productor entonces me cuesta todo un poco más. Pero lo interesante es llevar adelante una carrera y saber cuándo te cachetean y cuando no, me manejo así y mis hijos van aprendiendo de eso, de lo valioso que es autogestionarse. Sobre todo porque yo hago un análisis de la vida a través de mis canciones, y el único que puede defender eso soy yo, no tratar de que otro intente leer lo que yo digo.”
¿De qué se trata el proyecto de relevo cultural en Santiago?
HB: “Hemos presentado un proyecto para hacer un trabajo de relevamiento cultural, por el borde del mapita de Santiago, tomar contacto con la realidad social y cultural de la gente, porque son lugares donde nunca llega nada, pero muy ricos en muchos sentidos. Nos habían aceptado el proyecto (donde iban a trabajar 22 personas, sociólogos, psicólogos y artistas) y cuando fuimos a buscar la plata para el nos dijeron que éste y otros se habían levantado para usar los fondos para campañas políticas. Así que quedó pendiente alguna vez cuando pueda juntar yo la plata saldré a hacerlo.”
¿Qué opinas de estos casos cuando se pone por delante la política y se deja de lado el arte o la cultura?
HB: “Es fundamental apoyar estos proyectos. Después veo los artistas subvencionados por el gobierno, que les dan shows para tocar en el país, y no entiendo como pasa eso. Yo no pertenezco al sistema, mi arte es la ideología fuerte que tengo y la bandera son mis canciones. La política en ese contexto no me interesa.”
Santiago del Estero te sigue inspirando como si estuvieras allá, sin añorarlo. ¿Cómo se logra esa visión de la tierra de uno viviendo lejos de su lugar?
HB: “Yo sigo estando en Santiago, las veces que puedo me voy, estoy hace 13 años en Buenos Aires pero ni escribo ni le puedo cantar con añoranza, porque no estoy desarraigado. Duermo y como en esta ciudad pero mi almita sigue estando allá en Santiago. Cuando compongo pienso en mi tierra, hay cosas lindas que han sucedido en los últimos años, se han hecho mucha obras hídricas, hay pueblos que tienen agua y antes no tenían, por ejemplo y eso me reconforta. A veces voy al campo y tomo contacto con la realidad. Por eso no me surge la añoranza de esas cosas, porque estoy todo el tiempo ahí.”
Queda ponerse en marcha camino al 3 de diciembre, donde El Teatro tendrá una vez a un músico del folklore sobre su escenario. Es un reducto donde se puede bailar y la fiesta comenzará bien temprano: 19 horas. Las entradas anticipadas cuestan 60 pesos y en día del show 70.
Horacio Banegas completa los detalles: “Habrá una pantalla led donde vamos a pasar imágenes preparadas, filmaremos algo para un próximo DVD que terminaremos posiblemente en Córdoba. La idea es juntar en un lugar toda nuestra idiosincrasia a través de la música y compartirla con la gente. No regalamos nada pero serán 3 horas de concierto, donde la gente bailará, cantará y se reflejará el color de la chacarera. Esa es la idea.”
http://boletinfolkloreblog.wordpress.com
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